Es un coche de gasolina asistido por un motor eléctrico alimentado por batería que se recarga continuamente al reducir la velocidad o frenar. ¿Qué significa? No hay cables que enchufar ni necesidad de cambiar la forma de conducir. Sólo tienes que sentarte y dejar que la tecnología haga su trabajo. En general, un híbrido suave ofrece facturas de combustible más bajas, menos contaminación local, arranques más silenciosos y la importantísima sensación de conducir un eléctrico.  

Cuando conduces un híbrido, el motor de gasolina y el motor eléctrico trabajan juntos para optimizar el consumo y las prestaciones. Uno toma el relevo del otro. No notarás esta transición en absoluto, gracias a la fina caja de cambios automática de doble embrague, que te dará la sensación de conducir un coche eléctrico. ¿Y dónde está la diversión? La aceleración instantánea del motor eléctrico. Te encantará.  

A bajas velocidades, ya sea en tráfico lento, al arrancar de madrugada o al maniobrar para aparcar, el motor eléctrico ofrece una conducción totalmente suave y silenciosa con cero emisiones locales.

 

En la autopista, una vez alcanzada la velocidad de crucero, el coche se alimenta de la energía eléctrica almacenada, alimentada por la fricción con la carretera, ahorrando combustible y reduciendo el ruido y la contaminación atmosférica.